viernes, 7 de septiembre de 2012

Viena (y IV)

Para acabar con Viena, algunos datos de orden práctico.

Nos alojamos en The Hotel 1060, un hotel situado cerca de la calle Mariahilfer, muy comercial. Está a unos veinte minutos del centro histórico de Viena. Como casi siempre, hicimos la reserva con Booking.

El hotel está totalmente reformado, incluso parece que aún está sin acabar de decorar. Lo bueno es que la habitación era muy amplia, limpia, y el desayuno era adecuado, no muy amplio de variedad pero sí de calidad.
   


La visita al palacio de Shönbrunn merece la pena, pero no es necesario comprar un paquete especial. Se llega tranquilamente en metro.


























Interior de la Ópera
La visita guiada a la opera es muy interesante, y en castellano a ciertas horas. Sin embargo, creo que merece la pena acudir a las representaciones, muy económicas si estás de pie. Nuestro problema fue que en julio y agosto no hay sesiones, así que para verla nos conformamos con la visita guiada.


Techo de uno de los salones de la Ópera

























Además asistimos a un concierto de órgano en la catedral de San Esteban. Fue una experiencia estupenda, aun no siendo grandes entendidos en música clásica. Las entradas se compran en la taquilla situada en la misma puerta de la catedral. Allí también están los Mozarts, personas disfrazadas que te ofrecen concientos en salones privados con ambientación de época, pero no nos interesó.


2 comentarios:

  1. Muy intresante lo que cuentas... quizá en Viena yo añadiría, ¡¡¡visitar la casa de Freud¡¡¡¡¡¡

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  2. ¿Conciertos de órgano? No se, yo me lo pensaría. Te tiene que gustar mucho esa música.

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